• English
  • Français
  • Italiano
  • Español
Graziano Vietnam 1
Navegación
Usted está aquí:Inicio / Familia / Nuestros defuntos / ANTONINI Carlo (Padre) - Italia
02/07/2020

ANTONINI Carlo (Padre) - Italia

Rho, 20 de Julio de 1931 • Albavilla, 1 de Diciembre de 2019 (Italia)

P. Carlo Antonini scj

Parecería que el P. Carlo hubiera eligido explícitamente el primer domingo de adviento para encontrarse definitivamente con el Señor, que lo había llamado.

Me impresionó, reflexionando sobre el adviento, una linda imagen expresada por un monje: dice que el adviento es como una puerta abierta de par en par frente a nosotros y que nos invita a pasar para aventurarnos a lo largo de un sendero que nos lleva a un encuentro. Una puerta abierta de par en par... un sendero... un encuentro. Es una imagen que representa bien la vida del P. Carlo... su vida toda y, sobre todo, estos últimos años. Lo veo en su sillón, frente a la ventana abierta hacia el portón de casa, observando quién golpea la puerta, esperando... siempre esperando.

Esperando, sí, pero después de haber escuchado quien golpeaba y después de aventurarse con su cándido y juvenil entusiasmo, una y mil veces, más allá de esa puerta para salir al encuentro, para ir junto a las personas que lo esperaban y que el Señor, en cada ocasión, le confiaba.

Una vez concluídos el seminario y los estudios en Cólico y en Albiate, y después de haberse consagrado al Señor en la Familia del Sagrado Corazón de Betharram y de llegar al sacerdocio el 31 de mayo de 1958, se dejó interpelar por la necesidad de dedicarse a la formación de los seminaristas menores en Albavilla. Llego a ser, de alguna manera, su ídolo por su pasión por las motos, por el deporte, la pelota, y también por sus conocimientos sobre motores y su capacidad en matemática.

Entusiasta y arrojado, no soportaba quedarse detrás de las puertas cerradas del seminario; las abría muchas veces para correr a animar a los jóvenes y a las parroquias de los alrededores; se hizo conocido en todas las parroquias de la región de Erba y aún más lejos, hasta Tregasio...; corría a organizar la catequesis, las competencias deportivas, las charlas para novios, para celebrar matrimonios, para sacar fotos (su pasión), llevando a todos su irrefrenable entusiasmo, su explosiva carga humana y su natural simpatía. Muchas personas, ahora adultas, todavía recuerdan sus simpáticos golpecitos en la mejilla... 

El P. Carlo quiso, en la mitad de su vida, conseguir, primero, la licencia en teología, en el Angelicum de Roma, y después el doctorado, siempre en teología en el Laterano, con una tesis sobre nuestro Fundador, de la que siempre se sintió particularmente orgulloso. Eran necesarias la escucha atenta y meditada de la Palabra, la profundización personal, una sólida preparación cultural y teológica, para ir al encuentro de los jóvenes y de todos los demás, y para anunciar el Evangelio con competencia, además del entusiasmo. Contar con estos elementos, junto con el entusiasmo de siempre, le permitió vivir las experiencias personales más diversas;

  • docente muy querido por muchos años en el Liceo científico de Erba y brazo derecho del Director, en los años de las protestas juveniles;
  • fundador de una nueva parroquia en Giussano;
  • teniente cura en Santa Rosa de Viterbo, en la periferia de Roma, párroco de Carcano, cerca de Albavilla,
  • y, finalmente, por más de quince años, párroco de San Hilario cerca de Gallareta (en la periferia de Milán), donde guió, con amor , la comunidad parroquial y embelleció, sin ahorrar energías, la nueva iglesia. Allí su físico fuerte comenzó a dar los primeros signos de desgaste. 

Después de dejar, contra su voluntad, la responsabilidad de la parroquia, recordando las palabras de Jesús que escuchamos hoy, otra vez: “Si alguien quiere seguirme, reniegue de sí mismo, tome su cruz y sígame”, vivió los últimos seis años en Albavilla, sin encerrarse nunca en sí, saliendo en cada ocasión por la puerta abierta de su corazón para ir al encuentro de las personas que había conocido en los años y que felizmente aún encontraba. Paseaba cada mañana hacia el quiosco de diarios, caminando con esfuerzo, pero feliz de encontrar a los viejos amigos en el café, animándose todavía a un poco de ministerio pastoral, pero asustando a los eles que no se acostumbraban a sus frecuentes desmayos, justamente en el altar, durante las celebraciones... justamente como Jesús, camino al Calvario.

Calvario que, para el P. Carlo, se hacía cada vez más difícil y cansados, en el último año, pero que siempre encaraba con una sonrisa y sin quejarse.

En los últimos días, la espera del encuentro definitivo y más verdadero – rodeado y cuidado con amor por sus familiares – fue exigente. Imagino que miraría otra vez, con los ojos del corazón, la puerta abierta de par en par frente a sí, esperando... Ya no tuvo necesidad de moverse y de aventurarse por otros senderos de la vida, no tuvo más necesidad de salir al encuentro... fue Él, el Señor, que vino. Vino a encontrarlo, junto con María, la verdadera “estrella” de su vida, para recibirlo en su abrazo paterno.

Ahora creemos que está, entre los fuertes brazos que lo “sostienen” y que tiernamente lo protegen, en el abrazo de ese encuentro, el más verdadero.

P. Piero Trameri scj

Acciones de Documento

Nef

Nef logo portletNEF, NOTICIAS EN FAMILIA

Nef es el boletín oficial de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram.
La redacción es responsabilidad del Consejo General.

Para leer la NEF puede consultar la sección correspondiente del portal, que también contiene el archivo de los últimos años.

Aquí abajo, los tres últimos números publicados ...