PAJNO Angelo (Padre)
Dervio, 5 de Octubre de 1931 – Albavilla, 23 de Abril de 2020 (Italia)
Queridísimo P. Angelo,
lo primero que tengo que decirte es un Gracias enorme. Los recuerdos son infinitos. Ayer lo dijeron y lo escribieron tantos, pero me gusta repetirlo: fuiste un religioso, un sacerdote siempre cercano a la gente, generoso, siempre dispuesto a ayudar, sin cálculos, incluso, a veces pagando personalmente. Siempre te ocupabas antes de los demás que de ti mismo.
Naturalmente, el primer pensamiento va a nuestra amada Coral “Lorenzo Perosi” (en la parroquia betharramita “Sagrado Corazón” de Lissone - Vicariato de Italia). Realmente hicimos de todo; recorrimos Italia, incluso cantamos delante de los Papas S. Pablo VI y San Juan Pablo II. Muchas veces estuvimos en el “Duomo” de Milán. Tantos lindos recuerdos, pero pensándolo bien, la cosa más linda fue tu fidelidad y tu amor a la “Perosi”. Realmente pusiste todo el corazón. Realmente no importaba si llovía o si había una niebla que no dejaba ver nada; partías con tu inolvidable “R4” para ir a buscar a los coristas más pequeños que vivían lejos. Y sus padres te los entregaban con total confianza.
Después, la parroquia de la que fuiste párroco durante 13 años, y nuestro barrio “da là dal punt” (del otro lado del puente): de cuyo crecimiento fuiste uno de los principales impulsores.
Además, tengo que decirte un gracias grande por mi vocación. Para mí, fuiste un ejemplo de dedicación a la gente, cercano a todos, especialmente a los más pobres. Cuando te iban a ver nunca se iban con las manos vacías. Recuerdo cuando fuiste como párroco a Milán. Era el 21 de setiembre de 1986. La Coral, naturalmente yo también estaba, había participado de esa fiesta. Al díasiguiente, me fui al seminario... y el día de mi ordenación sacerdotal, estabas en el Santuario de la Caravana para recibirme...
Gracias también por nuestra misión en África Central que siempre has sostenido, incluso en estos últimos tiempos de tu enfermedad.
Y ahora, me pasan por la mente miles de episodios, se me ocurren fechas, lugares y aventuras como si fuera ayer. El tiempo que pasamos juntos fue, de verdad, muy lindo. Ayer escuché “nue- stros” cantos: “O Sacrum Convivium”, “Ave Verum”, “Beati qui lugent”, “O Bella mia Speranza”.
Me detengo aquí. quien lea estas líneas podrá agregar sus propios recuerdos, su propia sonrisa, su propio Gracias, porque se encontró contigo...
Chau, carísimo P. Angelo. Y gracias una vez más. “Tu es Sacerdos in Æternum”.
Tú, P. Tiziano
Niem, 24 de abril de 2020
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