Escuchando a San Miguel
En la instrucción del veinte [de Mayo], el P. Superior nos exhortó a examinar cuáles eran nuestras disposiciones para servir a Dios en nuestra posición, las disposiciones de nuestro corazón; cuanto a la purificación de nuestra conducta exterior, puede depender de la experiencia, de las circunstancias, enfin de muchas cosas.
William Faber subraya cinco puntos que caracterizan las disposiciones que tenemos que tener:
1° El servicio de Dios en nuestro estado tiene que ser, si no nuestra única, por lo menos nuestra principal ocupación.
2° Hay que abrazar este servicio de Dios sin demora, sin reserva, sin vuelta atrás.
3° La menor negligencia en nuestros deberes tiene que ser, a nuestros ojos, como un sacrilegio.
4° Tenemos que odiar el pecado mortal como el peor mal del hombre.
5° Esta pregunta: ¿nos salvaremos o nos condenaremos? tiene que inscrirons gran temor, hacernos reflexionar seriamente y hacer sentir su influencia en toda nuestra conducta.
(Cahier Cachica n° 15)
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