Novena Estación - Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
Lo seguían muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: «¡Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. Porque se acerca el tiempo en que se dirá: “¡Felices las estériles, felices los senos que no concibieron y los pechos que no amamantaron!” Entonces se dirá a las montañas: “¡Caigan sobre nosotros!”, y a los cerros: “¡Sepúltennos!” Porque si así tratan a la leña verde, ¿qué será de la leña seca?».
Lucas 23, 27-31
Jesús,
enséñanos a ser dóciles en toda circunstancia,
cuando me contradicen, cuando se me ofende,
cuando la maldad de los hombres me hace sufrir.
Enséñame a ser manso con todas esas personas.
Oración inspirada en los escritos de San Miguel Garicoits.
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