Duodécima Estación - Jesús bajado de la cruz
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús -pero secretamente, por temor a los judíos- pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se la concedió, y él fue a retirarlo. Fue también Nicodemo, el mismo que anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo una mezcla de mirra y áloe, que pesaba unos treinta kilos.
Juan 19, 38-39
Señor Jesús,
Dios hecho hombre, te anonadaste;
te atreves a decir: “Aquí estoy, obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz”.
Gracias a ti,
seremos santificados, transformados.
Tendremos la vida de Dios.
Oración inspirada en los escritos de San Miguel Garicoits.
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