Vida de la Congregación

Aunque tiene su agenda muy apretada, se el acaba de confiar el cargo de la economía de la Region San Miguel Garicoits, al P. Jean-Do scj y ha decidido tomar el toro por los cuernos. ¡Claro, llevar las cuentas de una Región. es casi un deporte! Hay que gastar muchas energias, para cuidar el dinero de la Congregación.

Y para empezar bien, nada mejor que dar un pequeño salto a Roma. ¿Qué nos cuentan, dirán? El P. Jean-Do va a contarles.

Acabo de pasar dos días completos de trabajo con el P. Graziano Sala, en la Casa General, para ver cómo organizar el servicio de economato regional. Hay que reconocer que llevar las propias cuentas personales y las de la comunidad no es siempre fácil porque requiere asiduidad y claridad. Sin embargo es importante saber como es llevada la gestión de los bienes que están a disposición de cada religioso para su vida y su misión. La Congregación tiene que saber como anda, para responder mejor a los diferentes llamados del mundo y de la Iglesia.

Ese trabajo me da la ocasión de reconsiderar el voto de pobreza que trato de vivir. Comprendo mejor los diferentes llamados hechos aquí y allá en los Consejos y en las Asambleas o Capítulos a cierto rigor en la gestión de los bienes que se nos confía. Rendir cuenta, no es cuestión de espionaje, sino de la libertad que se ejerce para el bien de cada miembro de la comunidad y, con más razón, de la Congregación. Una comunidad ilumina por la libertad interior que puede desbordar en la vida de cada religioso y también por el desapego que cada religioso trata de vivir en el seguimiento de Cristo pobre, entregando totalmente su vida. Este seguimiento de Cristo se traduce también en esa fidelidad exigente, es verdad, de rendir cuenta para el bien de la comunidad.

Vivir la pobreza es un camino pascual en el que verdad, simplicidad, humildad son actitudes que se me pide que viva. Entonces sí, y es una paradoja, saber rendir cuentas mes a mes es ciertamente un ejercicio simple de cálculos, pero también un ejercicio espiritual. ¿Por qué, entonces, todas esas resistencias y lentitudes que tenemos para rendir cuenta? Cuando estamos seguros de que rendir cuentas nos hace libres.

Con esto vuelvo de Roma, después de 2 días de trabajo sin olvidar la acogida fraterna y familiar, vivida en la Casa General y en “Miracoli”. Muchas gracias.

Jean Dominique DELGUE scj