Signos de la Misericordia
Visita a los menores de la casa de detención de Abidjan
El martes 7 de junio de 2016, la comunidad de Adiapodoumé hizo una visita a los menores de la Casa de Detención y de Corrección de Abidjan (MACA). Esta visita comenzada por el padre superior de la comunidad, el P. Sylvain Dansou scj, se inserta en la dinámica del año de la misericordia, así como lo quiso el santo Padre, el Papa Francisco.
Al insistir con los cristianos para que pusieran en práctica la misericordia, el objetivo del Papa era que hiciéramos la experiencia del amor del Dios que consuela, que perdona y nos da esperanza. Para nosotros, Africanos que habitamos en Costa de Marfil, la visita a los menores de la MACA es todo un símbolo. De hecho, hoy el Estado de Costa de Marfil se enfrenta a un fenómeno de inseguridad sin precedentes, y, los adolescentes de 10 a 16 años, son quienes se encuentran en primera línea. Estos menores, lamentablemente calificados de “microbios”, se adueñan de las calles de la capital económica. Con armas blancas (machetes, cuchillos, pata de cabras y otros utensilios), agreden con frialdad a ribereños sin hacerse el menor problema. Una vez que son detenidos, quedan en prisión sin una verdadera asistencia de sus padres. El Estado, trata de tomar su lugar, bien o mal, y de salvarlos de la delincuencia.
Consciente de que esos chicos también tienen derecho a una segunda oportunidad, más allá de sus faltas, la comunidad de Adiapodoumé, al final de este tiempo de Cuaresma de 2016, sintió la necesidad de salirles al encuentro en el edificio de la MACA para manifestarles el calor de nuestro amor y decirles que todo es posible a pesar de todo el mal que pudieron haber hecho, a esa edad. ¿No es acaso ése el sentido mismo de este año santo? El cual consiste en sentir con fuerza en nosotros la alegría de haber sido encontrados por Jesús, que, como el Buen Pastor, vino a buscarnos porque estábamos perdidos. Por cuestiones administrativas, de seguridad y judiciales, no toda la comunidad pudo ir al lugar; por eso fue una delegación de seis miembros (el P. Sylvain Dansou scj y el P. Vincent Worou scj, los hermanos Yelouwassi Abib e Hippolyte Yomafou, los postulantes Kouamé Emeric y N’Guetta Fulgence) que pudo hacer la visita.
Fuimos recibidos por los responsables a cargo de los menores y tuvimos derecho a una visita de los lugares para tomar consciencia de la realidad de la cárcel. A pesar de esa realidad un poco difícil para los menores (cena a las 16 hs y cierre de los dormitorios a las 16,30 hs hasta el otro día a las 7 hs) pudimos constatar como el Estado cumplía bien con su responsabilidad para con esos menores. Cursos de alfabetización, de jardinería, de costura, de crianza y otros juegos educativos son propuestos por el Estado a través de sus servicios sociales para reformar a esos menores en vista de su reinserción en la sociedad.
De a uno por vez, los cuatro miembros de la delegación pudieron prodigar sus consejos a estos jóvenes detenidos (son 76 de los cuales 8 chicas y 68 muchachos). El P. Sylvain se mostró fraterno con los jóvenes invitándolos a progresar en el buen camino. Les hizo saber que nada estaba perdido para ellos, que todos podemos cometer errores, pero que lo esencial es no perder consciencia, hacer el propio mea culpa y dar un salto para volver a encontrar sentido a sus vidas. El P. Vincent puso el acento sobre las posibilidades que esos jóvenes siguen teniendo y también en que todo sigue siendo posible.
El Hno. Abib fue optimista con ellos e invito a los jóvenes a apreciar mucho su libertad que es un don de Dios, y por eso les pidió que la recuperaran rápidamente, para lo cual era preciso un mejor comportamiento durante el período de observación.
El Hno. Hippolyte, nativo de un barrio precario de Abidjan como algunos detenidos, exhortó a los jóvenes a ser campeones peleando para salir de esos prejuicios, porque entre ellos hay campeones. Esos momentos compartidos y de intercambio concluyeron con la linda oración del Padre Nuestro, repetida, palabra por palabra por nuestros huéspedes del día siguiendo al P. Sylvain.
Al final de esta visita, la delegación abrió su corazón y el de toda la familia de Betharram con ese gesto concreto que quiso el Papa, tradicionalmente llamado obra de misericordia o, mejor, como un fruto de nuestro esfuerzo de cuaresma.
Fue acercarles ropa recogida entre los hermanos de la comunidad, los parroquianos de san Bernardo y amigos de la comunidad, bolsas de arroz, aceite y azúcar que fueron entregados como donación para los menores de la MACA.
El P. Sylvain como despedida prometió otras visitas a los responsables del centro de detención.
Hippolyte Yomafou scj
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