Vida de la Congregación (1)

Este último 30 de noviembre, la casa de formación de Mangalore en pleno fue engalanada por todos los jóvenes miembros de la comunidad, adornada con gran cantidad de guirnaldas floridas y globos de color. Hnos Shamon y Reegan han sido acogidos definitivamente en la Congregación. Pronunciaron los votos perpetuos en ocasión de una celebración solemne presidida por el P. Austin Hughes scj, que los recibió en nombre del Superior General. Una jornada de alegría no solo para la comunidad sino que para toda Congregación.

Me presento: Me llamo Reegan Vincent Raj y nací en un poblado del estado del Tamil Nadu. Soy el menor de cuatro hermanos. Mis padres son tejedores. Acabé los estudios en la escuela secundaria superior en 2006. Le comenté al párroco mi deseo de ser sacerdote. Éste llevó a mi casa a dos religiosos betharramitas, Levin y Michael Bistis (ahora los dos son sacerdotes), que me presentaron la Congregación y hablaron conmigo y con mis padres. Me recibieron con alegría. Hice los primeros votos en la congregación el 14 de mayo de 2013 y los votos perpetuos el 30 de noviembre de 2017.

Las principales experiencias que me confirmaron en mi vocación religiosa fueron sobretodo tres: Una vida comunitaria alegre con padres y hermanos, la profundidad del espíritu de familia entre padres y hermanos, y la oración comunitaria.

Betharram en la India no es rico, pero todos viven muy contentos, confiando plenamente en la Providencia del Señor.
En estos años se me ofreció la posibilidad de hacer experiencias sea en lo pastoral como en lo social.

Experiencias pastorales como el catecismo para niños, la animación de grupos de ministros, dar la comunión, dirigir un coro, la animación de retiros espirituales de niños… me enseñaron a ser humilde y a depender de los demás.

Las experiencias en el campo social fueron: enseñar en las escuelas, el cuidado de los chicos del internado, las clases de apoyo, la dirección de los campamentos de verano, la colaboración con el ecónomo de la comunidad… Estas experiencias me enriquecieron y me ayudaron a enfrentar con más consciencia la realidad de cada día.

La riqueza de la espiritualidad de San Miguel alimenta mi meditación y mi oración en la búsqueda constante y puesta en práctica de la voluntad de Dios en la obediencia.

El desafío que nuestro padre San Miguel me presenta es el de tener siempre el mismo programa del Corazón de Jesús.

Todo esto no es fácil. Por eso creo que la riqueza del significado de esta espiritualidad exige largos períodos de meditación y de oración en la búsqueda de la voluntad de Dios e imitación del Corazón de Jesús.

Shamon Devasia
Conocí a Betharram gracias a un primo lejano. Después, el P. Biju Antony y otros tres hermanos fueron a mi parroquia y me hablaron de manera más completa acerca de la Congregación del Sagrado Corazón de Betharram.

Algunas experiencias que me confirmaron en mi vocación fueron: el amor por el sacerdocio y el profundo deseo de vivir con los pobres, y el amor de Jesús a todos los hombres. La niñez de San Miguel me inspiró particularmente, sobre todo su deseo de ver a Dios escalando montañas.

Luego de su ordenación diaconal, a cargo de S. E. Mons. Aloysius Paul D’Souza, Obispo de Mangalore, nuestros hermanos serán enviados en misión: Reegan a Hojay (Assam); y Shamon a Tiptur. Oremos para que sean fieles servidores, que salgan sin demora al encuentro de la vida.