Vida de la Congregación (2)
El Capítulo Regional de la Región P. Etchecopar
El pasado mes de julio de 2014, desde el día 17 al 20, tuvo lugar en Lambaré, Asunción del Paraguay, el II° Capitulo Regional llamado “Intermedio” con la presencia de los 18 miembros y del Superior General: Rvmo. P. Gaspar Fernández Pérez scj y su Consejero General para las Misiones, P. Tobía Sosio scj.
El evento fue precedido por unos cuatro días de Pre-capítulo en el que participaron cerca de 15 laicos, muy comprometidos con la vida de las comunidades, quienes habían sido invitados en los tres vicariatos de la Región.
Después de establecer la organización interna del Capítulo, se escuchó un breve informe del Superior Regional, P. Gustavo Agín scj, y se procedió a sesionar durante tres días, al cabo de los cuales los 18 diputados religiosos presentes establecieron las líneas prioritarias siguientes para el próximo trienio: misión, vocaciones, laicos, comunidad.
Dichos temas, se articulan con las opciones presentadas por el Capítulo General de 2011. El P. General nos exhortó a que así lo hagamos: fraternidad internacional misonera, hacia comunidades vivas y fraternas, formación permanente: “apertura a la acción de dios”, animación vocacional, economía de comunión (éste último, no tratado específicamente, es una realidad en la región, sobre todo en la formación y en la cooperación con la congregación para ayuda regular o eventual de otras comunidades).
La Misión
La Misión en América Latina manifiesta, incluso inserta en una sociedad progresivamente secularizada, los signos de vida propios del corazón de un pueblo que acepta su dimensión religiosa y se sigue nutriendo de comunidades a las que, en algún momento de su historia, llegó el evangelio. Si bien la fe y la vida sufren la amenaza constante de una cultura de muerte, existe el deseo latente de responder al llamado del Papa y los Obispos, a constituirse en una Iglesia en “permanente estado de misión” (Aparecida). Los desafíos no son pocos, y los capitulares han entendido que no es hora de hacer nuevos documentos, sino de “salir”. Atreverse a decir Aquí Estoy en nuevos ámbitos en donde la difícil realidad vivida habla por sí misma, y los discípulos misioneros de Jesús no están tan presentes como debieran.
“En los hombres y en los pueblos, heridos por toda clase de injusticia y de pobreza, contemplamos el rostro desfigurado de Cristo que “se puso en el lugar de todas las víctimas”. En todas nuestras actividades, nos hacemos cercanos a toda persona humana en sus diferentes formas de pobreza” (R. de V. 115).
¿Qué propuestas surgieron del Capítulo?
- Pastoral del Encuentro y de la escucha. Una “Iglesia en salida”.
- Formación del Pueblo de Dios: formación de agentes, ministros idóneos.
- Conversión pastoral (que empieza por la conversión de los corazones a Jesucristo)
Como ejemplo alentador descubrimos el camino misionero que se va abriendo delante de nuestros ojos: la misión de Tacuarembó (Uruguay), la Comunidad misionera de Setubinha en el norte de Minas Gerais, la presencia misionera en el interior de Santiago del Estero (norte Argentino), en la periferia de Sabará - General Carneiro (Belo Horizonte), las presencias en San Joaquín, Tevycuarymí y La Colmena (interior del Paraguay), el proyecto de PAPETRA para atención de los sufrientes sociales, etc.
Las Vocaciones
Si bien desde hace un año venimos siendo bendecidos en la región con siete profesiones perpetuas (de las que seis son ordenaciones sacerdotales previstas para 2014), el período siguiente se presenta menos prolífico. El número de vocaciones para nuestra “Pequeña Familia”, en efecto, ha caído un poco en los últimos tiempos. Todo eso nos ha llevado a la reflexión siguiente: tenemos una formación inicial seria, con formadores idóneos, y bien organizada, pero el trabajo de animación vocacional requiere más compromiso de parte de todos los religiosos.
El objetivo no es captar jóvenes para llenar el seminario con cualquier tipo de motivaciones (cf. EG 107). Nuestra misión consiste en dar respuesta a una persona que fue atraída por el Señor. Es un servicio eclesial que no podemos negar. Esto también significará ser capaces de ofrecer la vocación, provocar la pregunta vocacional desde la vida, proponer el carisma, del mismo modo que estamos llamados a ofrecer, provocar y proponer el evangelio.
¿Qué propuestas surgieron del Capítulo?
- Encuentros, tiempos de oración, retiros y semanas vocacionales: en las comunidades.
- EE.EE, para el discernimiento vocacional, coordinados por religiosos y laicos idóneos (ya hay varios hermanos en cada vicariato, iniciados en este arte de acompañar).
- Experiencia de intercambio en los distintos vicariatos.
- Un equipo mixto de laicos y religiosos para cada vicariato sumado al Equipo Regional existente.
Los Laicos
Juntos llegamos a algunas convicciones resumidas aquí: nuestra vida religiosa será más religiosa solo en medio de los laicos donde brillamos como una luz a través de nuestra vida fraterna y de nuestra identificación con el Aquí Estoy del Verbo Encarnado. Por otro lado, si el deseo de Jesús es que el evangelio llegue a todos, es imposible pensar que esto acontezca sin la participación de los laicos. Siendo así, no se puede entender la misión sin los laicos.
No es que nosotros necesitamos de los laicos. El Corazón de Jesús cuenta con los religiosos y los laicos betharramitas y nos llama a todos a ser discípulos misioneros.
¿Qué propuestas surgieron del Capítulo?
Se resumen en los cuatro “COMPROMISOS/MISIÓN”:
- En el campo educativo: intercambio, comunión, formación, acompañamiento, pastoral familiar.
- En el campo social: apoyo conjunto a iniciativas con los “sufrientes sociales”.
- Con los laicos de las diferentes obras: apoyo a los grupos, ayuda para organizarse formalmente.
- De las comunidades religiosas: participación en espacios de la vida de la comunidad religiosa.
- Organizar un encuentro Regional de laicos betharramitas para el próximo trienio.
La Comunidad
Constatamos que ya está caducando un estilo de comunidad religiosa, pero no hemos logrado aún un modo nuevo… El PCA (Proyecto Comunitario Apostólico) muchas veces no se concreta o queda en el papel, sea por dificultades de relación entre los religiosos (enemistades, resentimientos, falta de perdón), sea por personalismos (perder la esencia de la comunidad a causa de mi pastoral), sea por sobrecarga de responsabilidades, sea por activismos o por dispersión. Aunque parezca reiterativo tenemos que preguntarnos primero: ¿Para qué queremos vivir en comunidad?.
¿Qué convicciones-propuestas se renuevan sobre la Vida comunitaria?:
- La VC nace de una opción personal. Tenemos que comprometernos más.
- Nace de una opción para vivirla con Jesucristo, por Él y en Él. Renovarnos interiormente.
- Dimos nuestro “sí” al Proyecto comunitario Apostólico (PCA) y al presupuesto anual. Cumplámoslo.
- Es una opción de fe y vamos a dar espacios para compartir la fe y al vida. Novedad: religiosos y laicos.
Religiosos y laicos betharramitas: discípulos misioneros del Sagrado Corazón
Así transcurrió el Capítulo Regional intermedio, con la certeza de que Jesucristo, anonadado y obediente, nos convocó a renovar el compromiso asumido por el histórico “Camp Volant” que viene peregrinando en América Latina desde los tiempos del fundador. Los días vividos, o “sobrevividos” (ya que una “epidemia de gripe” afectó a varios miembros del Capítulo Regional) nos devolvieron la esperanza, frecuentemente afectada por el desánimo y la rutina. El gran motivo que nos animó es el Encuentro como Familia Betharramita, de religiosos y laicos, siempre movidos por la fermentación incesante de los corazones; ésa que no se deja vencer por la cultura de la muerte, ni por la crisis epocal, sino que nos mueve a unirnos más para responder con San Miguel Garicoïts: “¡Aquí estamos!, ¡Sí, Padre!”, “para siempre y por amor”, pues: “nunca se ha de esperar más que cuando todo parece perdido”.
Un abrazo de hermano y amigo en el Señor, en nombre de los betharramitas de América,
In Corde Iesu: Gustavo scj
Superior Regional
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