• English
  • Français
  • Italiano
  • Español
Sessione 3
Usted está aquí:Inicio / NEF / NEF 2014 / Noticias en Familia - 14 de Setiembre de 2014 / La Palabra del Superior General
13/09/2014

La Palabra del Superior General

¡No nos dejemos robar la comunidad! (EG. 87-92)

La Palabra del Superior General

Me parece que el Papa Francisco ha liberado el Concilio Vaticano II. Pero lo que me parece más genial, es que el Papa Bergoglio ha liberado el Evangelio, que ha pasado a ser la prioridad de su vida y de su predicación; y quiere que lo sea de la Iglesia, misterio de comunión misionera y de cada uno de nosotros. La persona de Jesús, sus acciones y palabras liberadoras son lo importante. Sobre la experiencia de encuentro con este Jesús, manifestación del amor del Padre por la humanidad se fundamentan las relaciones de toda comunidad cristiana.

¡Qué difícil se hace la fidelidad a la vida de comunidad en los institutos de vida apostólica! Hemos abandonado, gracias a Dios, el estilo de observancia en el que nos sentíamos tratados como niños. Pero no acabamos de encontrar las relaciones adultas y libres, elegidas y exigentes, fundamentadas en nuestra experiencia de encuentro personal con Jesucristo, que nos ha sacado de nuestro individualismo y nos ha abierto a la relación indispensable con el Padre Dios y con los hombres nuestros hermanos. Fácilmente encontramos excusas para evitar la relación con los hermanos en las excesivas actividades de la misión. Pero todos sabemos muy bien que los verdaderos obstáculos para la relación con los otros en profundidad son las resistencias sicológicas para mostrarnos tal cual somos, con nuestras fortalezas y nuestras debilidades, nuestros sueños y nuestros miedos; y para aceptar a los otros tal cual son también, con sus cualidades y sus defectos, sus riquezas y pobrezas. ¡No tenemos idea de todo lo que perdemos al no exponernos a la influencia adulta con los demás!

Según la antropología del Papa Francisco hemos recibido la vida, no para reservárnosla, sino para entregarla. Este principio fundamental del Evangelio nos enseña que el que se cierra sobre sí mismo se empobrece y se pierde y el que se arriesga a abrirse a los demás se enriquece, se realiza y se plenifica (Mc. 8, 35 pp). La vida de cada uno de nosotros no se resuelve en sí misma, sino en las relaciones con los demás: en el discernimiento permanente de las influencias positivas de los demás que yo acepto, o en las influencias negativas que yo rechazo. Esta antropología de apertura nos exige ser generosos con los dones que tenemos, entregándolos a los demás, porque los necesitan para crecer. Exige también humildad por parte nuestra, porque no estamos ya hechos, necesitamos aceptar de los dones que los demás nos entregan para ser mejores nosotros mismos.

El otro elemento de esta antropología es la experiencia del encuentro. La fe como experiencia de encuentro con la persona de Jesús (EG. 7; DCE. 1). Pero también el riesgo de hacer de las relaciones con los demás un encuentro. Ni el encuentro con Jesús, ni el encuentro con los demás nos dejan tranquilos; al contrario nos movilizan para la conversión, dan una nueva orientación a nuestra vida y nos marcan con su aporte haciéndonos más auténticos y valiosos. El Evangelio nos invita siempre a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro, con su presencia física que interpela, con su dolor y sus reclamos, con su alegría que contagia en un constante cuerpo a cuerpo. La verdadera fe en el Hijo de Dios hecho carne es inseparable del don de sí, de la pertenencia a la comunidad, del servicio de la reconciliación con la carne de los otros. El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura (EG. 88).

Quiero pensar que vivir estos valores evangélicos es tan importante como todas las actividades pastorales que podemos desarrollar, que con ellos éstas serían más eficaces. Pero interiormente nos exigen mucho y exteriormente no siempre nos procuran el prestigio y la gratificación que buscamos en todo lo que hacemos, aunque sea inconscientemente. ¡Cuánto más eficaz sería nuestra misión si viviéramos estos valores en la comunidad antes de salir a misionar! Sería un testimonio significativo que obligaría a algunos a preguntarse por qué somos así y resultaría atractivo para saciar la sed de los buscadores de autenticidad, de verdadero amor y de un fundamento sólido para la vida.

Este es el lamento del Papa Francisco: Por ello me duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aún entre personas consagradas, consentimos diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a evangelizar con esos comportamientos? (EG. 100).

Cuando la vida fraterna en comunidad es auténtica por la verdad y la caridad, se convierte en el ámbito adecuado para compartir las maravillas que Dios obra en nuestras vidas, para la alabanza comunitaria al Señor por su bondad y su misericordia, para el apoyo mutuo tanto humano como espiritual, para la programación, realización y evaluación de la misión no tanto en la eficiencia de los recursos humanos sino en la eficacia del mayor conocimiento, amor y seguimiento de Jesús en las personas, que harán crecer la comunidad en cantidad y sobre todo en calidad. Y con un estilo comunitario de esta suerte, podemos adquirir un estilo permanente de discernimiento para “en todo amar y servir” a nuestro Creador y Señor.

En comunidades adultas como éstas es posible la práctica del discernimiento evangélico que propone el Papa Francisco como la mirada del discípulo misionero, que se “alimenta a la luz y con la fuerza del Espíritu Santo” (EG. 50), para liberarnos de enfoques ideológicos, sociológicos o psicológicos: Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar esta llamada: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio (EG. 20).

Gaspar Fernández Pérez, scj
Superior General

Acciones de Documento

Nef

Nef logo portletNEF, NOTICIAS EN FAMILIA

Nef es el boletín oficial de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram.
La redacción es responsabilidad del Consejo General.

Para leer la NEF puede consultar la sección correspondiente del portal, que también contiene el archivo de los últimos años.

Aquí abajo, los tres últimos números publicados ...