El 150° aniversário

Después de un período de discernimiento comunitario en las Asambleas del Vicariato Betharramita del Brasil, con la aprobación del Consejo Regional, se abrió un nuevo frente misionero ad experimentum en Setubinha, en la diócesis de Teófilo Otoni, al nordeste de Minas Gerais.

Setubinha es una de las regiones más pobres del Estado de Minas Gerais. La municipalidad fue creada hace menos de 20 años, en ambiente rural : un tercio de la población vive en el pueblo, el resto en el campo, en 25 comunidades dispersas y marcadas por la pobreza. Al comienzo de enero de 2013, el P. Éder, entonces diácono, y el P. Paulo César Pinto hicieron una visita a un joven vocacionado. El obispo, que fuera auxiliar de Belo Horizonte, supo de esta visita a Setubinha. A un religioso confesó su dificultad para enviar allí un sacerdote: pocos están dispuestos; el lugar está alejado, pobre, con muchas comunidades…

En febrero, la asamblea del vicariato escuchó un informe y comenzó el discernimiento. Dos religiosos, el hno. Juan Pablo y el P. Paulo César Pinto, fueron enviados en Semana Santa. Una noche fueron a ver al Obispo, Dom Aloisio Jorge Pena Vitral: los recibió cordialmente y le presentó la situación. Una semana en Setubinha, en compañía del P. Ageney, administrador de la parroquia.

Al mismo tiempo, dos veces Dom Aloisio visitó el escolasticado regional de Belo Horizonte, compartiendo las preocupaciones y esperanzas de su diócesis de Teófilo Otoni. En julio, el vicariato discute el proyecto. Todos los religiosos fueron escuchados y consultados – de viva voz o por carta – y la mayoría responde favorablemente al llamado del obispo y de la gente de Setubinha.

El 26 de agosto de 2013, el Superior Regional, su vicario, el P. Chiquinho, entonces diácono, y el P. Paulo César partieron para Setubinha. Parada en Teófilo Otoni y desayuno con Dom Aloisio: oportunidad para reiterar las respectivas expectativas para la misión.

El P. Ageney acompaña el grupo a Setubinha. Al día siguiente, les hace visitar las comunidades más cercanas al pueblo, mientras los Padres Gustavo y Mauro vuelven a Belo Horizonte.
A pedido de Dom Aloisio, el P. Ageney se queda todo el mes de setiembre, el tiempo para conocer a todas las comunidades.

Mientras tanto, tuvimos la gracia de la ordenación sacerdotal de Chiquinho en su ciudad natal, Conceição do Rio Verde, por su compatriota, Don Guilherme Porto, obispo de Sete Lagoas - MG.

Después fue el momento de preparar la Jornada de la Juventud, a comienzos de noviembre. Participaron los hermanos Davi, Eudes y Jeferson, así como algunos jóvenes betharramitas laicos de Belo Horizonte, Sabará y Passa Quatro: más de 500 jóvenes entre 15 y 25 años. Queda ahora el desafío de organizar y formar a esa muchedumbre.

Al comienzo de este año, los Padres tuvieron reuniones con los movimientos y los grupos de la pastoral, los escucharon y, con ellos, planificaron las actividades del año (que comienza en febrero).

Reunión de coordinadores de comunidades rurales

“La mies es abundante, pero los obreros son pocos. Pidan a señor de las mieses que envíe obreros para su mies”. Ya hay jóvenes impactados por el testimonio de la vida religiosa: piden atención y acompañamento en el camino vocacional. Se prepara otra vez la misión del Vicariato del Brasil en Setubinha. Se espera poder reunir un centenar de misioneros de Belo Horizonte, Sabará, Passa Quatro, Conceição de Rio Verde, Paulinia y São Paulo.

Paulo Cesar Pinto scj