• English
  • Français
  • Italiano
  • Español
Sessione 1
Usted está aquí:Inicio / NEF / NEF 2009 / Noticias en familia - 14 de julio de 2009
26/06/2009

Noticias en familia - 14 de julio de 2009

Sumario

pdf.png
formato PDF 


La palabra del Padre General

nef-090701.jpg

Lograr para los demás la misma felicidad

En una de mis visitas a las comunidades, uno de nuestros hermanos betharramitas que se está recuperando de la adicción al alcohol me invitó a acompañarlo a un centro de recuperación de alcohólicos anónimos. Lo primero que hay que señalar es que este religioso pone mucho empeño en su recuperación, nunca se pierde las reuniones del grupo, aunque tenga que superar muchas dificultades. Al verlo vivir,  uno puede descubrir que esta recuperación es algo esencial para él, que le ha permitido recuperar muchas cosas en su vida y que lo hace tomarse muy en serio las responsabilidades de su vocación y de su misión.
En el centro de recuperación tuvimos una reunión con los miembros que se están recuperando de su adicción.  Nuestro hermano dio testimonio de lo que él vivió durante la dependencia y durante la recuperación. Me llamó la atención que hablara durante una hora, porque él siempre se lamenta de las homilías largas  de algunos  obispos. Pero lo entendí, cuando uno está convencido de algo por experiencia - y esa experiencia significa tanto en su vida por lo que había perdido y por lo que está ganando -  todo el tiempo para dar razones de esa esperanza es poco, para poder llegar a convencer con el testimonio a otros y no se  pierdan lo bueno que es vivir liberado de la dependencia cueste lo que cueste.
Esta experiencia me hizo pensar en la misión betharramita que según San Miguel Garicoits consiste en la tarea de lograr par los demás la misma felicidad. Nuestro hermano de la historia quiere contagiar a los que pasan por la experiencia desagradable que él pasó, la calidad de vida que él ha conseguido liberándose de la adición. Dos calidades de vida están en juego: la que él testimonia como un hecho ya en su vida  y  la que los que le escuchan pueden llegar a experimentar si creen que es posible y ponen los medios para conseguirlo.
El betharramita mediante el testimonio de su vida consagrada y las actividades de su misión proclama cómo Dios lo quiere y además el Amor que Dios tiene por cada persona humana y que nos reveló en Jesucristo, anonadado y obediente. La misión tiene como finalidad hacernos entrar en una dinámica de calidad de vida o de felicidad. Con esta experiencia del Amor de Dios se va consiguiendo que todos los hombres y mujeres que encontramos en nuestro camino, uno a uno, consigan mejor calidad de vida, la felicidad, la salvación.
Esta felicidad es la misma que la de los Sacerdotes de Betharram. Escondida ella, está también como una experiencia especial, la misma felicidad de nuestro Padre san Miguel Garicoits. Y la felicidad de  los sacerdotes de Betharram es la misma que la de Jesús anonadado y obediente ante el Padre, de quien recibe el Amor que testimonia en sus actitudes, acciones, gestos y palabras.
La Felicidad de Jesús. Jesús, encarnado, muerto y resucitado es la fuente de la felicidad. En él la felicidad es el fruto de su convicción de ser el Hijo predilecto del Padre, que lo quiere con un amor tierno y comprometido. Un amor, que como respuesta por parte de Jesús lo lleva a una entrega generosa de su vida, que consiste en no actuar nunca por sí mismo sino por el Espíritu de Dios, entregado permanentemente a los mandatos de Dios para sufrir y hacer lo que Él dispusiera. Es la felicidad de Jesús anonadado y obediente, incentivo, modelo y medio para alcanzar el amor divino
La misma felicidad de San Miguel Garicoits, que respondió al amor que Dios le tenía, dedicando su vida a organizar la Congregación, que sentía que Dios le pedía y que murió en la Cruz de la obediencia, sin poder ver reconocida la Congregación y con muchos síntomas de que podía ser disuelta.
La misma felicidad de los religiosos (y laicos, podemos decir hoy) de Betharram que, en la contemplación de Jesús y de San Miguel,  han tenido también la experiencia del amor de Dios, que los arrastra a consagrarle su vida mediante los votos y a la tarea de lograr para los demás la misma felicidad. Es una felicidad contagiosa, si falta en el misionero ¿por qué será reemplazada?
La misma felicidad de los demás. El testimonio de nuestra felicidad provocará en los demás la pregunta irresistible: ¿Y este, por qué es así? Y como el protagonista de la historia que comenzaba esta reflexión, daremos las razones de nuestra calidad de vida y de nuestra felicidad. Le anunciaremos el amor de Dios revelado en Jesucristo, les diremos que es también para ellos, lo conocerán, lo experimentarán, lo testimoniarán y seguirán generando felicidad en otros todavía. Hasta los confines de la tierra y hasta el fin del mundo.

Gaspar Fernandez,SCJ 


nef-etchecopar.jpgEl Padre Augusto Etchecopar escribe... en su cuaderno íntimo, n°38

Sí, no lo dudo: el sacerdocio es algo tan sublime, tan divino que el Sacerdote debe ser otro Jesucristo.
¡Salvador mío, qué miserable representante tendrás! ¡Qué copia imperfecta, degradada, irreconocible de ese modelo admirable, de tu santidad, Dios mío, de tus perfecciones, oh Jesús! Y sin embargo, “Yo lo puedo todo en aquel que me conforta” (Flp 4, 13). Puedes cambiar piedras en hijos de Abrahán. Lléname, Señor, de tu espíritu. “Si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús habita en ustedes, el que resucitó a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales (Rom 8, 11).
Haz revivir en mí, aumenta, dilata este espíritu de fuerza y de gracia que has dignado acordarme en la ordenación del diaconado. (…) Que corresponda a tu gracia, que ponga mi confianza en la Virgen Santa, tu divina Madre.
¡Oh Jesús, espero en ti! ¡Oh Jesús, deseo agradarte! ¡Oh Jesús, qué bueno eres! Deseo alabarte eternamente.


A mis hermanos sacerdotes

nef-090903.jpg

Con ocasión de la solemnidad del Corazón de Jesús y de los 150 años de la muerte del cura de Ars, el arzobispo betharramita de Rabat escribió esta nueva carta. De qué meditar y dar gracias.

El 19 de junio de 2009, fiesta del Sagrado Corazón, el Santo Padre abrió el año sacerdotal. Que este año sea para cada uno de nosotros un año de acción de gracias por todo lo que nos ha sido dado vivir desde nuestra ordenación.
Acción de gracias por todo ese amor por el que nos hemos dejado invadir; un amor que surge cada día de ese Corazón traspasado.
Acción de gracias por todos esos encuentros realizados, que nos han acercado al mismo tiempo a Dios y a esa humanidad a la que el mundo es confiado.
Acción de gracias por todo lo diverso que nos ha hecho crecer tanto en humanidad y en nuestra fe.
Acción de gracias por todo ese amor recibido y entregado.
Acción de gracias por haber comprendido mejor cuánto formamos parte de esa Iglesia que quiere ser signo de ese amor inaudito de Dios por los hombres y mujeres de toda cultura y de toda religión, en particular en este país que nos acoge.
Acción de gracias por ser invitado a estar no sólo al servicio de un pueblo cristiano; pero comprendemos mejor que somos sacerdotes para todos los hombres y mujeres que encontramos.
Pensando en todo ese camino recorrido desde nuestra ordenación, recordamos también todas esas personas, sacerdotes o laicos, hombres o mujeres, jóvenes o menos jóvenes que nos han acompañado en nuestro camino; ¿no es un poco gracias a ellos que somos lo que somos hoy?
Y viviendo un día tal, ¿no tenemos que dar gracias por ese don de la Eucaristía que estamos invitados a celebrar recordándonos como nos lo escribía Juan Pablo II: “La Eucaristía no es sólo una expresión de comunión en la vida de la Iglesia, es también un proyecto de solidaridad para toda la humanidad”? ¡Qué dimensión toma para nosotros en cualquier parte donde nos encontremos en este país!
Y prosigue el Papa: “El cristiano que participa en la eucaristía aprende por ella a hacerse artífice de comunión, de paz, de solidaridad”. ¡Qué responsabilidad formidable recibimos en cada celebración!

+Vincent Landel,SCJ


El lago que vi

nef-090904.jpg

Inmerso en una palangana solitaria
rodeado por una y otra parte de valientes colinas
que mece un caluroso clima mediterráneo,
apacible y silencioso, verdadera maravilla de la naturaleza.

Costeando su orilla accesible
pongo los pies sobre piedras limpias por las edades
que Él dispone para la contemplación de miles de miradas,
de todos los colores, de los cuatro rincones del mundo.

De lejos, percibo una barca en su soledad
que las corrientes de agua hacen danzar
con consideración, delicadez y afecto,
como una madre mima a su hijo.

El norte de ese hermoso paisaje contrastado, índice histórico inigualable,
ese oasis, Fuente de Vida y de refugio
llamado Lago de Tiberíades,
fue testigo del nacimiento de la Santa Iglesia de Dios.

Tierna y dulce fuente inagotable
al pie de vestigios, restos de civilizaciones fundadoras;
palabras de fuego fueron dichas aquí
para renovar la faz de la tierra.

Ir a ver el lago de Tiberíades y dejarse llevar
sueño – imaginación – meditación – alabanza – Oración…
No dudo un instante:
aquí Dios habló, la Era del Amor se abrió para siempre.

Serge N'Da, novicio enBelén
poema escrito durante una peregrinación comunitaria en Galilea


La generosidad betharramita

Bétharram: retable de Sr Mercedes

La familia de betharram nació de la generosidad por excelencia del Verbo encarnado: por un acto de amor, renunció a su condición divina, se inclinó hacia nuestra miseria para elevarnos hasta Dios.
Por esencia, todo betharramita está llamado a vivir a la manera de Jesús, entregándose totalmente a los demás, prioritariamente a los más pobres y a los enfermos. La generosidad del Aquí estoy lo ha conducido a vivir plenamente abandonado en Dios. Nunca ha buscado ser honrado ni reconocido. Al contrario, ha buscado conocer y amar por todos el Nombre del Padre.
Un verdadero betharramita, a ejemplo del Verbo encarnado, está siempre dispuesto a hacer la voluntad del Padre. Sabe actuar, sabe también retirarse. Tiene conciencia de ser un servidor, y un servidor inútil. Es generoso en todo lo que emprende. Sabe que lo importante no es hacer mucho sino hacer con un corazón generoso lo que se le ha confiado. Es capaz de desplegar la inmensidad de la caridad dentro de los límites de su posición. No guarda nada para sí mismo, sabe compartir. Como la viuda del Evangelio que depositó en el Templo las últimas monedas que le quedaban, el betharramita tiene confianza en la Providencia. Sabe que todo lo creado, nuestra misma Congregación, existen por Dios.
Betharram se ha distinguido siempre por su generosidad. Desde su fundación, existió para servir a la Iglesia. Nuestros primeros betharramitas se entregaron en la diócesis de Bayona rezando, confesando, evangelizando, instruyendo… vivieron para los demás.
La misión en América manifiesta claramente la gran generosidad de nuestro Padre fundador: no tardó en responder a los llamados del obispo de Buenos Aires; le envió sus mejores religiosos, cuando incluso su comunidad contaba con menos de treinta profesos perpetuos.
Betharram es pobre, y sabe dar generosamente. Cree que hay que hacer todo lo que depende de nosotros, luego dejar a Dios el milagro – como en la multiplicación de los panes.
El Aquí estoy de san Miguel es generoso, no se limita a ninguna tarea específica, está abierto a los tiempos y a las necesidades de la Iglesia.
Cuando el Papa León XIII pidió al P. Bourdenne, Superior general, plantar el Bello Ramo en el Paraguay, en seguida los betharramitas dijeron aquí estoy, y fueron a trabajar en los colegios, las parroquias, las misiones junto a los pobres.
Lo mismo ocurrió en Brasil cuando, a pedido del cardenal de Río de Janeiro, Dom Sebastião, los betharramitas levantaron su campamento de base al pie de la Sierra de Mantiqueira; de ahí se extendieron a otros lugares, y han cosechado hermosos frutos.
El betharramita es un guerrero valiente, consagrado a Dios y a la Iglesia. Los obstáculos no lo desaniman. Va siempre adelante, convencido de que todo es posible si se pone el corazón.
Por eso, el betharramita es obediente: dejarse guiar por los designios de Dios, es la más generosa manera de entregarse a Él.
San Miguel soñó con hombres totalmente entregados, dispuestos a obedecer sin retraso, sin reserva, para siempre, por amor más que por otro motivo.
Que a ejemplo de Nuestra Señora del Bello Ramo, en su inmensa generosidad para decir sí al Señor, aprendamos a vivir generosamente, cada vez más entregados a la misión que nos es confiada, y a decir al final del día: sólo hemos hecho nuestro deber.

Davi Lara,SCJ
escolástico en Belo Horizonte


5 minutos con... el Padre Alessando Locatelli

nef-090707.jpg

“Ser cura es una hermosa y exigente aventura. Hermosa, porque después de un cierto número de años, uno se encuentra a la cabeza de una gran familia; exigente, porque no es fácil guardar las ovejas en el redil…” (una parroquiana de Montemurlo).

Nef : Has pasado la mayor parte de tu ministerio de sacerdote en la parroquia del Sagrado Corazón, en Montemurlo. De esta experiencia, seguramente tienes muchas cosas que contar…
- Es verdad; sin exagerar, podría escribir un libro. Pero me referiré a un punto, una reflexión que me hago desde hace algún tiempo. Mirando a los niños y a los jóvenes, a los del catecismo, de la capellanía, o del patronato en verano, un versículo del salmo 128 me ha venido a la mente: Verás a los hijos de tus hijos. Cuando veo, en la parroquia, los hijos de los que frecuentaron los grupos de capellanía y el patronato durante estos 21 años, me siento bendecido por Dios; en efecto, en nuestros días, todos los curas no tienen esa alegría de ver crecer a jóvenes, y una vez que son padres, en nombre de los buenos momentos vividos en la parroquia, verlos confiarte sus propios hijos, mientras que ellos mismos están bien presentes en la comunidad cristiana.

El punto sensible de la mayoría de las parroquias, es precisamente la juventud. Se dice que después de la confirmación, la mayoría deja los sacramentos. Te parece exagerado?
- Es verdad; todos los que trabajan en parroquia lo experimentan. Incluso aquí, una vez recibidos los sacramentos de la iniciación cristiana, pocos jóvenes prosiguen su camino en Iglesia. Personalmente, tengo esperanza, no sólo porque algunos quedan: las buenas relaciones humanas habidas con todos, y el hecho de dejar siempre la puerta abierta, permite mantener un contacto que podrá transformarse un día en un retorno a la Iglesia. Lo que ayuda mucho a mantener el contacto es el pequeño blog que tengo, y la red social facebook que me permite mantener lazos con cantidad de jóvenes.

A propósito, con el espectáculo Narnia, has enganchado a numerosos jóvenes. ¿Puedes decirnos algo más sobre esta pasión por las crónicas de Narnia?
- La experiencia de Narnia, que ya está en su tercer año, nos hemos acostumbrado a calificarla “maravillosa aventura”. Todo empezó como un juego y nadie, yo el primero, se esperaba a un tal entusiasmo: este año, 130 actores (niños, adolescentes, jóvenes, adultos) han subido a las tablas durante seis meses para esta representación, que muchos han encontrado exitosa y sugestiva. Y no cuento la cantidad de los colaboradores: sastres, escenógrafos, decoradores, técnicos de sonido, coreógrafos… He hablado adrede de “piso” porque Narnia es la obra de Lewis, un gran amigo de Tokien; sus novelas pertenecen a la literatura fantástica de inspiración cristiana, y ofrecen materia de reflexión y de catequesis.

El 19 de junio, se inició el Año del sacerdocio. El cura de Ars decía que “en el cielo sólo se medirá toda la grandeza. Si se comprendiera ya en la tierra, se moriría, no de miedo, sino de amor… Después de Dios, el sacerdote es todo”. Esta grandeza, ¿no te asusta?
- Por supuesto, que me asusta, pero me acuerdo siempre de lo que me decía Don Gino, el cura de mi pueblo hoy difunto, poco antes de mi entrada al seminario. Ante mi miedo a no ser digno ni capaz de ser sacerdote, respondía: No es la dignidad lo que cuenta, es el llamado. Y esas palabras me llevan a seguir confiando.
Según tú, ¿qué tiene que hacer el sacerdote para no sucumbir bajo el peso de las responsabilidades? - Es evidente que el cuidado de su vida espiritual, como religioso y sacerdote, no es sólo un deber: es un acto de amor para consigo, para con el pueblo que se te confia y para con Dios. Dicho esto, creo que es también importante no descuidar la dimensión puramente humana, cultivar amistades sinceras y leales, personas con quienes confrontarse, vivir momentos de expansión y tener puntos de interés, cualesquiera, que permitan construirse en todas las dimensiones de la vida.

Justamente como religioso-sacerdote, ¿Que lugar ocupa la comunidad en la pastoral?
- Además de la mía, otras dos parroquias han sido confiadas a nuestra comunidad. Existe entre nosotros una verdadera colaboración en la acción pastoral. Desde hace años, esperamos Superiores que definan las personas, las modalidades y el calendario para lanzar la Unidad pastoral que haría más incisiva la presencia de Betharram, aquí, en Montemurlo.

nef-090709.jpg


Comunicación del Consejo general sobre el P. Gilbert Koffi Kouman

En septiembre de 2007, la asamblea de los religiosos del Río de la Plata (Argentina y Uruguay) había decidido reestructurar las comunidades y en particular dejar la parroquia de San Roque de Santiago del Estero para reforzar nuestra presencia en Nueva Esperanza (a 200 km. al norte). El P. Gilbert Koffi Kouman, betharramita marfileño acogido en Santiago en 2003, no aceptó el cambio; no fue a Nueva Esperanza y no quiso ir a otra comunidad de Betharram, en Argentina o en otra parte.

Al principio de 2008, comités de apoyo organizaron marchas de protesta; los medias se apoderaron del asunto. Persistiendo en su posición, y negando a la Iglesia toda autoridad sobre él, el P. Gilbert siguió ejerciendo su ministerio celebrando misas de sanación que lo hicieron conocer a pesar de la prohibición episcopal. Las tentativas de acercamiento no lograron cambiar la situación.

Después de agotar todas las vías de diálogo, según los procedimientos canónicos, el Consejo general tomó acta de rechazo a reintegrar la familia de Betharram y presentó su caso a la Sagrada Congregación para los Religiosos y los Institutos de vida consagrada. Por decreto confirmado por la Santa Sede el 27 de abril de 2009, el P. Gilbert Koffi Kouman ha sido expulsado de nuestra Congregación. Rezamos por el religioso suspendido "a divinis", y por las comunidades afectadas por el asunto y su desenlace.


In memoriam: Vicariato de Francia-España

nef-090704.jpg
Hasparren, 25 de septiembre de 1922 - Betharram, 5 de junio de 2009

El Evangelio de las Bienaventuranzas es como el condensado, el resumen de todo el Evangelio. Es el ideal de todo cristiano, de todo sacerdote y de todos nosotros, los religiosos. Cuando por todas partes se escucha gritar: Bienaventurados los ricos, los poderosos, los fuertes, el Señor nos dice: Bienaventurados los pobres, los misericordiosos, los corazones puros.
Este ideal fue el del P. Juan Tipy. Oriundo del País Vasco,  escuchó muy joven el llamado; entrado en el noviciado en Balarín, en agosto de 1940, haciendo sus estudios en Palestina, pudo impregnarse de ese espíritu de las Bienaventuranzas. Ordenado sacerdote en Belén, en julio de 1948, el P. Tipy fue lanzado, con otros betharramitas, en la misión educativa; se entregó a ella en cuerpo y alma, durante años y años.
Profesor responsable, siempre consideró su papel de profesor docente como una misión, y se extrañaba escuchar algunas voces que no pensaban como él. Es verdad que, bien preparado, el Padre Tipy fue un excelente profesor amado y respetado por sus alumnos. Muy pronto, tuvo que tomar la dirección de varios colegios: fue siempre un superior competente, buen organizador, muy cuidadoso de sus alumnos. Cuando era nombrado a la cabeza de un establecimiento escolar, en el colegio de Betharram como en Ozanam (Limoges), se podía estar seguro que la obra educativa estaría bien llevada.
Un rasgo que merece ser subrayado: la comunidad religiosa a su cargo siempre lo estimó e incluso amó. Por supuesto, no faltaron dificultades, pero en el torbellino de nuestra época, el Padre Tipy permaneció fiel a su vocación de educador.
En el colegio San Estanislao de París dio lo mejor de sí mismo, encontrando allí un ambiente en donde podía explayarse completamente. Fue un profesor de religión muy apreciado por sus alumnos siempre agradecidos. Pues el Padre Tipy nunca olvidó que era sacerdote, considerando que la educación de la juventud forma parte de la misión confiada a los Padres de Betharram: hasta el final quiso ser fiel a esta misión.
Cuando llegó la hora del retiro, el Padre supo ser útil en la parroquia de Saint-Amand de la diócesis de Bayona, diócesis a la que estaba orgulloso de pertenecer. Pues nunca olvidó, con todo lo brillante profesor que fue, sus raíces humanas y espirituales: aquí también fue fiel.
Gracias, Padre Tipy, por tantos servicios prestados, por el educador responsable que fue. Gracias por tantos jóvenes que ayudó a crecer: no lo olvidarán.
Decir gracias, es reconocer la obra del Espíritu en la existencia del P. Tipy, toda una existencia de servicio. Gracias, es también la palabra Eucaristía, acción de gracias. “La hora de la Eucaristía colma mi jornada”, decía el Padre Tipy. Que sea colmado de reconocimiento por la eternidad.

Gaston Gabaix-Hialé, SCJ



nef-090110.jpg

1929-2009

BETHARRAM EN COSTA DE MARFIL

Nuestra Congregación hizo sus primeros pasos en Costa de Marfil hará pronto 50 años. El relato de esta aventura nos acompaña a lo largo de todo este año jubilar. Se lo debemos al P. Laurent Bacho, consejero general y formador cerca de Abidjan.

7. EL OCULTAMIENTO

"Un caminito estrecho y todavía sin salida, pequeñas nadas, que parecen no llegar a nada. Luego, todo eso camina y camina todavía, lenta, silenciosamente, durante treinta años en Nazaret." Los hijos de S. Miguel que dejan Katiola para adentrarse en país djiminí en aquel año de 1982, meditan la realidad del misterio de la Encarnación señalada por el Fundador. Los principios son humildes: en julio, es el P. Arialdo Urbani que va a Boniéré; en septiembre, es el P. Jacky Moura que se instala en Dabakala, llegando de Limoges; después de Navidad, es el P. Beñat Oyhénart que se une al P. Jacky.
Boniéré es un pequeño centro con 24 aldeas, visitadas regularmente por misioneros SMA desde 1937; cerca de 1500 cristianos sobre 14.000 habitantes, atraídos a veces por las ventajas materiales (escuela, dispensario…). Desde hace 5 años, los sacerdotes diocesanos son los responsables pastorales y no pueden aportar las mismas ayudas materiales; la práctica de la gente ha decaído, “nada se ha ganado bautizándose”, dicen algunos ancianos. 35 km. más lejos, Dabakala es muy diferente. Aquí una imponente mezquita se está construyendo. . La iglesia es una capilla de la selva y ninguna de las 7 aldeas evangelizadas tiene lugar de culto; la asamblea eucarística se hace debajo de un mango. En el centro urbano, la comunidad cristiana está constituida por funcionarios y colegiales; los autóctonos son minoritarios.
Los religiosos de Betharram están felices viviendo una desorientación total respecto a Katiola: Lo que nos hace felices en primer lugar, es poder encontrarnos (…) tres veces por semana, para intercambiar sin orden ni concierto, rezar, comer juntos, llevar una vida fraterna. Vivir juntos es lo más importante… En Dabakala, la suerte de ser dos, permite un intercambio completo. En Boniéré no hay todavía esa posibilidad de compartir. Se siente la necesidad de un cuarto miembro.
De hecho, a finales del año pastoral 83-84, el P. Arialdo vuelve a Italia; son sólo dos para animar las dos parroquias. Pero el ardor apostólico no se debilita. En su proyecto comunitario misionero, los PP. Jacky y Beñat cuentan con la colaboración de los catequistas: “antes de ser especialistas en catequesis, tendrían que ser hombres que concurren con su humanidad. Deseamos entrar con los catequistas y otras personas en la alfabetización en el país djiminí en unión con la iglesia bautista”. Nuestros hermanos tienen también la preocupación de ayudar a los aprendices, a los desocupados, a los desescolarizados, a los trabajadores del campo a levantarse y preparar su futuro; el riesgo de contentarse con lamentos o satisfacerse con ser asistidos es real.
La presencia de nuestra pequeña comunidad no se limita al sector pastoral de Dabakala: en el seno del presbiterio, facilitan un diálogo más fraterno con el Obispo y una organización diocesana de los religiosos. Entre las decepciones: una Iglesia demasiado masculina – no hay ninguna comunidad de religiosas y las mujeres parecen muy reservadas. Además, los cristianos siguen viviendo la poligamia, lo cual es un obstáculo para la Eucaristía. En fin, el testimonio de pobreza choca con la precariedad generalizada de esta región del país.

Laurent Bacho,SCJ

Acciones de Documento

Nef

Nef logo portletNEF, NOTICIAS EN FAMILIA

Nef es el boletín oficial de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram.
La redacción es responsabilidad del Consejo General.

Para leer la NEF puede consultar la sección correspondiente del portal, que también contiene el archivo de los últimos años.

Aquí abajo, los tres últimos números publicados ...