Testimonio del Viernes Santo

Este año, sin embargo, las restricciones vinculadas a la pandemia han hecho imposible esta iniciativa. Así el P. Biju Anthony Panthalukkaran scj, párroco, sugirió que las otras iglesias se unieran a los niños de nuestra parroquia con los que se estaba organizando un Vía Crucis en el terreno adyacente a la iglesia parroquial.

Con la ayuda de la Iglesia Anglicana de Santa Margarita, de la Iglesia Bautista de Olton y de la Iglesia Reformada, la parroquia ha organizado un Vía Crucis muy particular en el terreno del que es propietaria, de 9.30 a 12.30.

Sarah Wood y Siobhan White, dos catequistas, organizaron el evento, en colaboración con el P. Austin Hughes scj, mientras que un sistema para anotarse en línea garantizaba el cumplimiento de las “reglas de distancia”. Cada grupo familiar fue enviado a intervalos de 5 minutos a lo largo del camino, que duraba 45 minutos. En cada estación del Vía Crucis, los niños recogían un objeto simbólico: una gota de sangre en el Getsemaní, una moneda de Judas, un clavo en el Calvario, etc. Gracias a la participación de las diferentes iglesias de Olton, cada estación tuvo un estilo único. Algunos tenían personajes que contaban un episodio en el camino hacia el Calvario; otros invitaban al silencio y la meditación. En tres horas, más de 200 personas rezaron el Vía Crucis de esta manera. Una hermosa manera de comenzar el Viernes Santo con otras comunidades cristianas. Un regalo inesperado fueron las 40 cruces de madera en miniatura, dejadas en la estación del Cireneo por la Olton Baptist Church. Y como las reglas de la pandemia no nos permiten venerar a todos la misma cruz, en nuestra liturgia de las 3 de la tarde, pudimos entregar este regalo a los feligreses que no se habían acordado de llevar su propia cruz desde casa para la veneración individual. d, un músico del siglo XX, reconocido como pagano. ¡Dios nos une de manera inesperada!