Disturbios graves en África Central y, en particular, en Bouar
Roma, 1 de novembre. Queremos informar a nuestros amigos acerca de la grave situación humanitaria y de violencia que se está viviendo en la República Centroafricana, y en particular en Bouar (donde hay dos comunidades betharramitas).
Este es el testimonio del P. Beniamino Gusmeroli scj, Paroco de N. S. de Fátima, que abrió las puertas de la parroquia y de la comunidad para acoger a las personas que huían asustadas ante tanta violencia.
"Aquí en Bouar estamos otra vez viviendo días de tensión y tal vez incluso de peligro. Desde hace algún tiempo se considera que los "antibalaka" (grupos de autodefensa espontánea, que existen en todos los pueblos y barrios, tradicionalmente opuestos a la Seleka) se estaban organizando para entrar en Bouar y luchar contra los Seleka.
Naturalmente, se han unido a ellos, o más bien, los están organizando y presionando, los elementos del ejército regular de África Central y pro-Bozize que permanecen de incógnito. Ayer por la noche, dando una vuelta por Bouar y saliendo por los barrios, han llegado al aeropuerto de Bouar. Su intención era atacar la Seleka.
Inmediatamente la Seleka y la Fomac (fuerza militar de las Naciones Unidas) fueron al aeropuerto. No hubo enfrentamientos, pero durante más de una hora se escucharon disparos continuamente. En realidad era sólo disparos de intimidación, pero algunas casas circundantes se quemaron.
Luego siguió un día tranquilo. Por la noche volvieron a oírse disparos. El grupo de antibalaka se escondió en la estepa alrededor del aeropuerto. Para empeorar las cosas, había un grupo de Seleka chadianos, personas sin escrúpulos que, sin órdenes oficiales de Bangui, el sábado 26 de octubre, salieron de Bouar. Afortunadamente, fueron enfrentados en Bossentele y regresaron a Bangui.
En el ámbito militar todos los Seleka huyeron a la estepa bien armados y los soldados africanos huyeron también al campo, los primeros por temor a antibalaka y los segundo por miedo a los Seleka. Incluso he hospedado en nuestra parroquia de Nuestra Señora de Fátima soldados de África Central que habían huido del campo.
Los habitantes de Bouar reaccionaron con gran temor, la ciudad estaba desierta, los que pudieron huyeron a los campos. Un gran número de personas, especialmente mujeres y niños, han buscado refugio en la misión. Aquí en nuestra parroquia, la Catedral y St Laurent y Wantiguera. La gente se siente segura cerca de la iglesia.
Aquí en Fátima tratamos de darles la asistencia que pudimos: agua, un plato de arroz y calabaza. Toda la misión abrió todo su espacio para dar cobijo durante la noche, lo cual, gracias a Dios, se pasó de una manera tranquila.
¿Pero la Seleka dispersa en la estepa y la antibalaka escondida en la sabana cerca del aeropuerto, que continuación darán a la situación?
Seguimos esperando y estar cerca de nuestra gente".
P. Beniamino Gusmeroli scj
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