La Capilla de San Miguel Garicoïts
Está construida a continuación de la devota capilla por el arquitecto Gabriel Andrade. Es una rotonda con dos pisos, con ábside, cuyas construcciones se adosan a las del monasterio.
| En el ábside, el altar, de mármol de los Pirineos, de un hermoso rojo con vetas blancas, está dominado por la urna de bronce dorado cincelada por el orfebre parisino Brunet. Contiene el cuerpo yaciente del santo, con máscara y manos de cera. Otra urna dorada de madera, que contiene la mayor parte de las reliquias, está colocada bajo un altar que se encuentra detrás En el piso de encima, amplias tribunas poseen una vista sobre la rotonda a través de un pórtico con diez altas columnas monolíticas de mármol verde de Estours (Ariège). Las bases están unidas por balcones en hierro forjado, obra del herrero Szabo. Están adornados con los atributos tradicionales de las virtudes del santo: la fuerza (un escudo de caballero con un león); la humildad (dos palomas que se apoyan sobre el borde de una copa); la mansedumbre (un cordero llevando la palma del martirio); la justicia (un cetro, una balanza y una espada); la templanza (un reloj y un freno); la prudencia (un espejo, un compás y una serpiente); la caridad (una canasta con frutas); la fe (una cruz con una tiara); la esperanza (un áncora y flores, esperanza de frutos). Una vidriera circular de seis metros de diámetro, salida de los talleres Mauméjean (Biarritz), corona la cúpula; relata el triunfo celestial del antiguo pastor de Ibarre: el Padre Garicoïts es presentado a Nuestra Señora de Betharram por su patrono, el arcángel san Miguel. El conjunto del monumento deja una impresión de nobleza y de serenidad. |
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