En la tormenta de la guerra, en busca de la paz

"Las noticias procedentes de la República Centroafricana dan la impresión de que aquí todos estamos involucrados en una situación de odio y de guerra. Los medios de comunicación han hablado de un conflicto religioso en el que los musulmanes están en contra de los cristianos y viceversa.
Es cierto que la situación parece una maraña indescifrable, pero hay elementos claros que están surgiendo: yo digo de entrada que el conflicto no es religioso, sino político; además, no está involucrada toda la población, pero hay mucha gente de ambos lados que no no está de acuerdo con el conflicto armado.
Ninguno de los jóvenes que participan en la vida parroquial se ha comprometido en el conflicto, pero se ve un esfuerzo por perdonar y empezar de nuevo, incluso si el corazón sangra por la pérdida de parientes y familiares.
Con esta parte de la población, que es la mayoría, aunque débil e indefensa, no dejamos de relanzar la paz.
Entre las muchas iniciativas recuerdo una especialmente significativa: "La plataforma de la Paz interreligiosa", organizada por un grupo de representantes de las religiones cristiana y musulmana que promueven iniciativas de paz y reconciliación. Fueron reuniones entre los líderes religiosos, a fin de compartir las preocupaciones, sufrimientos y temores mutuos. En el centro estaba siempre el apoyo de la palabra bíblica y coránica que invitan a la paz, el desarme, primero del corazón y después de las manos. Tuvo una importancia especial la vigilia de oración de las Religiones por la Paz, que se vivió la tarde del 31 de diciembre del año pasado. La comunidades cristiana y musulmana se reunieron en el campo de deportes de Bouar durante tres horas para orar por la paz: cantos, danzas, lectura de pasajes de la Biblia y del Corán sobre la paz e intervenciones de los diferentes representantes de las instituciones religiosas y administrativas. Asistieron más de tres mil personas y nadie se aprovechó de la situación, sólo se quería escuchar juntos el mensaje de la Biblia y del Corán.
Al final se podía ver en los rostros de las personas tranquilidad y las distancias que se habían alargado en en este período, parecían reducirse.
Así que nos encontramos ante el nuevo año con este deseo de paz fortalecido por todas las religiones y hecho público en esta vigilia. También es un mensaje claro para las fuerzas que creen que la única solución es destruir al otro.
La población parece ser más sensible a la palabra de Dios que a los análisis políticos; y la Palabra tiene el poder de impulsar el país con criterios diferentes a los que se utilizaban hasta hoy.
!Vamos adelante con confianza!
P. Beniamino Gusmeroli scj