Señor Jesús, nos das la Eucaristía; te entregas totalmente a nosotros: no hay mayor amor posible. Cuando te entregas con tanto amor, ves salir a quien te va a traicionar; tú sabes dónde está, y tú vas allí... Llenos están de miedo tus discípulos, a quienes colmaste de beneficios: ¡qué pusilánimes son! Por desgracia, demasiado me parezco a ellos. ¡Cuántas veces los he imitado! Tú, mi modelo, eres tan tranquilo, te olvidas de ti mismo, eres todo atención, sigues amando con un gran corazón en medio de este océano de dolores. Esto lo haces por mí. Corazón de Jesús, sufres por mí. Vengo a decirte: Crea en mí un corazón puro, renueva en mí el espíritu de rectitud (Sal 50, 2) Divino corazón, quieres ser mi corazón. Es tu voluntad. Viejo corazón, deja, pues, lugar al Corazón de Jesús. Desaparece para siempre, viejo corazón Ocupa su lugar, Corazón de Jesús, no quiero rehusarte más nada. Concédeme amarte. Amén. Amén. "En avant", oración n°1, por Beñat Oyhénart,SCJ | 
Santuario de Betharram | Ecce Homo
|