Escuchando a San Miguel...

Otra vez [nuestro Superior, el P. Garicoits,] vuelve a hablarnos de la confianza que tenemos que tener en Dios, ya que le gusta servirse de las pequeñas cosas para confundir a los grandes.Miren, dijo, Habacuc trabaja en el campo. Dios le dice: ve a Babilonia a llevarle tu comida a Daniel. Habacuc se sorprende: Pero si yo nunca fui a Babilonia, ni conozco a Daniel… ¡Pobre hombre, pensaba que era imposible! ¡Y resultó tan fácil! Dios lo agarró por los cabellos, lo hizo bajar a la fosa de los leones y lo devolvió a su campo y a su arado. Dios lo agarra por los cabellos. ¡No habrá un medio más eficaz que agarrar de los cabellos! En ese momento los ojos del Superior se llenaron de lágrimas.

Cuaderno Cachica, 4

Cuadro de Juan Vladimir Martinovitch, artista plástico y profesor de artes plásticas en el colegio bétharramita San José de Buenos Aires (Argentina)
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