Narratio Fidei del Hno. Martin de Tours Thinakorn Damrongusasin scj

“En resumen, sea que ustedes coman, sea que beban, o cualquier cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios. No sean motivo de escándalo ni para los judíos ni para los paganos ni tampoco para la Iglesia de Dios. Hagan como yo, que me esfuerzo por complacer a todos en todas las cosas, no buscando mi interés personal, sino el del mayor número, para que puedan salvarse. “ (1 Co 10,31-33)

“Aquí estoy sin demora, sin reserva, para siempre. Exultavit ut gigas ad currendam viam suam (se lanzó como un gigante a recorrer su camino). Hombre para hacer y sufrir todo, dentro de la obediencia; hombre que, fuera de esto, nada hace, nada sufre. Generosidad enorme, pero equilibrada, que se desvive en sus deberes, en la conveniencia de la situación actual; inmensa generosidad que halla espacio digno de ella, tan extenso que puede desenvolverse en él, glorificar a Dios, igual en el seno de María, en el pesebre, en la humilde casa de Nazaret, que en el esplendor del cielo a la derecha del Padre eterno.
¡Viva Dios! Puedo glorificarlo. Puedo ser útil al prójimo, igual y con menos peligro en la pobreza, en las humillaciones, en las ocupaciones más materiales que en las situaciones más brillantes! ¡Aquí estoy! Para todo... sin buscar nunca, ni mucho menos, éxito fuera de mi situación.” (Doctrina Espiritual)

NARRATIO...

¿Qué me dicen estos textos?
Quisiera compartir mi reflexión personal sobre mi experiencia de fe, inspirándome en los siguientes textos:

-“Hagan todo para gloria de Dios” (1 Cor)
-“Para el bien de todos” (1 Cor)
-“Fuera de la obediencia, el hombre no puede hacer nada” (DS)
-“Vivir serenamente con el prójimo (miembros de la comunidad)” (DS)

La frase “Hagan todo para gloria de Dios” es el lema que yo elegí para mi profesión religiosa; de hecho, la alegría es producto de hacer todo para gloria de Dios y de conseguir para los demás la misma alegría, compartiendo mis talentos personales.

Cuando veo la alegría de los demás, me siento impulsado a reflexionar sobre mi alegría.

“Para el bien de todos”. Si este es el objetivo de todos los proyectos misioneros (Dios y el prójimo) la alegría y la paz estarán en todos los miembros de la comunidad en la que vivo. Si, por el contrario, el objetivo fuera mi provecho personal, todo fracasa y no voy a ser feliz.

“Fuera de la obediencia, el hombre no puede hacer nada”. Todo tendría que estar hecho en obediencia a Dios, es decir escuchándolo y escuchando también a los demás, entre otras cosas, para poder discernir el camino correcto, porque el Señor nos dio diferentes talentos para que los compartamos, aceptando recibir las ideas y los talentos de los demás.

“Vivir serenamente con el prójimo (miembros de la comunidad)”. Las dos citas del Evangelio y de la Doctrina Espiritual insisten en el mismo concepto: todos los cristianos, laicos y teólogos, tendrían que llevar un estilo de vida simple porque así serán personas felices y libres de hacer la voluntad de Dios y de decir su “Ecce Venio” con prontitud y con alegría.

¿Cuáles son los aspectos que más influyeron e tu historia personal como religioso de Betharram?
La obediencia ejerce una fuerte influencia en mi historia personal, porque es fundamental, no sólo para los religiosos de Betharram, sino también para todo religioso. Por eso estoy convencido de que fuera de la obediencia me volvería egoísta, preocupado sólo en buscar mi provecho personal.

¿Cómo me esfuerzo en vivir los valores presentados por estos textos?
Estos textos subrayan la importancia de una vida simple, por lo tanto, en mi vida personal de cada día (misión, trabajo pastoral) vivo el estilo de vida de las personas que me rodean, como me sugiere el estilo misionero propio de los betharramitas, es decir un “estar con” y no sólo un “trabajar por”; éste es el principio de la Encarnación que, traducido en práctica, significa estar cerca de las personas, alimentarse como ellos, aprender de ellos.

Muchas veces lo que las personas necesitan no es que trabajemos para ellas, sino simplemente que estemos con ellas, que las visitemos, que las ayudemos a rezar en familia; esto es lo que da la verdadera alegría del corazón. En el cuidado pastoral de los fieles, tenemos que estar siempre dispuestos a decir “Aquí estoy” y responder a sus llamados con alegría, para gloria de Dios.

Sobre qué aspecto me siento llevado a insistir más?
En mi experiencia, creo que la disponibilidad, la obediencia, la sencillez son aspectos importantes a los cuales tengo que prestar atención durante mi actividad misionera. Todos estos elementos juntos, sin excluir ninguno, alimentan nuestra vida espiritual y nos ayudan a realizar nuestra misión apoyados en una gran fe. Además estamos llamados a conformarnos a las condiciones de vida concretas de las personas. En resumen, ir al encuentro de las necesidades de las personas con disponibilidad, obedecer para encontrar el modo de actuar correcto, vivir en sencillez.

¿Qué oración me inspira esta meditación?
La oración al Espíritu Santo, compuesta por la Beata María de Jesús Crucificado. Esta oración es motivo de inspiración para mí, cada vez que digo “Ecce Venio”; hace que mi fe sea más fuerte y profundiza mi confianza en Dios, al cumplir alegremente la Misión para gloria de Dios.

Espíritu Santo, inspírame.
Amor de Dios, consúmeme.
Por el recto camino, guíame.
María, Madre mia, socórreme.
Con Jesús, bendíceme.
De todo mal, de toda ilusión
y de todo peligro, presérvame.